lunes, 16 de junio de 2008

Casi cumplimos un mes



Buenas tardes a todos.

Pronto hará un mes que estamos juntos y ya llevamos dos semanas en Madrid. La cosas siguen mejorando de manera asombrosa.

Nos sorprende mucho la inteligencia de Aiala y su capacidad por aprender a la primera cada cosa que se le enseña. El idioma va un poquito más lento, aunque ya pronuncia palabras en castellano con claridad y contundencia. Todo a pesar de su timidez.

La relación con Amaia es extraordinaria, y aunque con Oria, parecía que las cosas iban a ir peor, ya sabéis la pequeña destronada, ahora esta entre dos hermanas, celos, etc. según avanzan los días la relación entre las tres es muy buena. Solo, y es muy divertido, los lloros y quebrantos de Aiala cuando su madre atiende a las mayores, como leer, peinar, etc. Por ciento, ya se pegan.

Otro avance, ya no llora en la ducha, de hecho la pide, y también se baña con sus hermanas en la bañera. Las dos mayores están ayudando mucho en la adaptación.

Con la comunidad de vecinos, cuando de repente llegan muchas niñas a saludarla, se agobia, baja la cabeza y comienza a jugar con un botón o con la ropa. Después, todo pasa y corre en todas direcciones jugando. Es como un gato que hasta que no conoce suficientemente una zona, no abandona el territorio seguro.

Lo peor, hasta la fecha, han sido las noches, sigue sin querer acostarse, le cuesta dormir, se despierta de madrugada y todos en pie. Sin embargo, a pesar de la noche del jueves, que fue la pero, parece que hizo crisis, y desde entonces las noches, más o menos, son normales.

De la visita al médico, la primera inspección, todos los indicadores externos nos dicen que esta sana. Ahora faltan los análisis correspondientes del Carlos III. Pero, esto tardará aún unas semanas.

El sábado 7 celebramos una fiesta por todo lo alto, la comunión de Amaia, el bautizo de Aiala, y para no dejar al margen, el paso de infantil a primaria de Oria. Fiesta íntima con la familia y los amigos. Muy entrañable. Para recordar siempre.

Por cierto, tanto Irene, como yo mismo, recordáremos con nostalgia las dos semanas en China, cuando podemos y, también, a cada rato, miramos las fotos del viaje. Fueron días muy bonitos, en donde conocimos la humildad, pero también, la dignidad del pueblo chino.


No hay comentarios: